Lobo Gris acaba de presentar Humanidad, una nueva colaboración junto al productor y músico SAK. El sencillo, disponible en plataformas junto a su videoclip oficial, forma parte de una etapa reciente en la carrera del artista, caracterizada por canciones que se sitúan entre la reflexión política y el agotamiento emocional. La escena principal del video muestra a un soldado arrastrando a otro a lo largo de la costa. Sin diálogos ni explicaciones, la imagen concentra una sensación de desgaste colectivo que ha sido una constante en la obra de Lobo Gris.

Desde sus primeras canciones, el músico peruano ha desarrollado una línea de trabajo clara: componer desde la crítica, desde el cansancio social y desde la observación de una ciudadanía golpeada por la corrupción, la polarización y el abandono. Humanidad se alinea con esa propuesta y la potencia a través de una producción sobria. La voz avanza sin exhibiciones. La instrumental es contenida, tensa, sin necesidad de sobresaltos. El resultado no apunta a complacer, sino a registrar una situación que ya forma parte de la experiencia cotidiana de muchas personas en el Perú y en otros países de la región.

El videoclip evita cualquier recurso simbólico explícito. En lugar de eso, insiste en una sola acción que se repite sin variaciones. El mar en segundo plano, la tierra suelta bajo los pies, los cuerpos avanzando sin dirección clara. Esa repetición logra algo que pocas producciones recientes consiguen: mantener la atención en lo que ya se ha visto muchas veces pero que, precisamente por eso, suele dejar de percibirse. La imagen se mantiene, resiste, no se retira. La canción, por su parte, tampoco promete salidas. Es más bien una pausa incómoda que permite mirar sin adornos el tipo de país que se ha ido normalizando.

Humanidad anticipa una nueva serie de lanzamientos por parte de Lobo Gris y SAK. Ambos han anunciado un EP conjunto y, en paralelo, el artista peruano trabaja un proyecto adicional: un álbum de valses contemporáneos. Este nuevo sencillo no solo amplía el catálogo del músico, sino que reafirma una línea de creación coherente, donde el comentario social no se separa de lo artístico. En un entorno saturado de discursos que se repiten, esta canción se mantiene al margen y opta por mostrarse sin filtros ni promesas.