Nicolás Duarte enciende una nueva calma con “Quemarme contigo”

Desde hace más de veinte años, Nicolás Duarte se mueve fuera de cualquier molde. Su voz ha pasado por distintas etapas del rock peruano, dejando huella en proyectos que definieron épocas y públicos dispares. La crudeza frontal de Cuchillazo, el impulso mestizo de La Mente y la colaboración constante desde el colectivo Descabellado conforman una historia que encuentra su expresión más personal en su faceta solista, donde el instinto guía cada movimiento. Su carrera ha seguido un ritmo natural, sostenida por una necesidad genuina de seguir componiendo.

Quemarme contigo llega como una consecuencia de esa libertad. La canción nació de un juego con la guitarra, cuando apareció la frase “ay qué dolor le dijo la luna al sol”. A partir de esa imagen, Duarte construyó una pieza que suena a mito antiguo, casi como si se tratara de una historia que ya existía antes de ser escrita. La luna y el sol, dos amantes condenados a la distancia, condensan una lectura sobre el deseo y el sacrificio, sobre lo que se quema por amor y lo que sobrevive en el recuerdo. En su interpretación, Duarte deja que la voz fluya con la serenidad de quien ha aprendido a entenderse en medio del fuego.

La producción refuerza ese espíritu introspectivo. Guitarras con textura de polvo, un ritmo contenido y un ambiente que oscila entre el blues y una sensibilidad andina conforman un espacio donde todo respira. Cada elemento se percibe orgánico, dispuesto con la naturalidad de una conversación sincera. El sonido refleja la madurez de un músico que encuentra equilibrio entre lo técnico y lo emocional.

En Quemarme contigo, esa independencia toma una nueva forma. La canción respira sencillez y cercanía, transformando el acto de cantar en una experiencia compartida y profunda. Tal vez por eso su figura resulta tan significativa dentro del rock peruano, porque demuestra que la libertad también puede sonar a calma, a fuego que permanece encendido sin necesidad de arder.